18 jul 2011

Argentina 1 (4) - Uruguay 1 (5): Uno x Uno

Sergio Romero (6): No tuvo responsabilidad en el gol uruguayo. Atento en las salidas y buena respuesta sobre el final del segundo tiempo ante la llegada de Forlán. Nada pudo hacer en las definiciones por penales que fueron muy bien ejecutados.

Pablo Zabaleta (4): Poco aporte en ataque; sus subidos no llegaron a buen puerto. Se complicó en defensa al igual que sus compañeros, aunque de a momentos anduvo correcto.

Burdisso (3): Se cansó de cometer faltas en la puerta del área. Suárez y Forlán lo dificultaron en la marca y nunca pudo reivindicarse. Se lo vio desesperado al salir lejos en los ataque de Uruguay. ¿Algo bueno? El penal.

Gabriel Milito (2): Otro dolor de cabeza para Romero. Junto con Burdisso invitaron al rival a hacerse un picnic con un jugador menos. Cometió faltas infantiles y estuvo flojo en las pelotas aéreas.

Javier Zanetti (4): Batista le cambió el perfil y no pudo adaptarse por izquierda. No se proyecto mucho para desequilibrar por afuera y sufrió las arremetidas uruguayas sobre su espalda. La mayoría de las llegadas vinieron de su lado.

Fernando Gago (6): De mayor a menos. Arrancó de buena manera como ante Costa Rica pero luego se fue apagando. Administró los tiempo y cambió los ritmos. Sin embargo, no pudo con la presión del rival y la falta de continuidad en su club le propinó un desgarro.

Javier Mascherano (5): Impreciso en la mitad de la cancha con pases sin destino. Tuvo que ayudar tanto en el medio como en la defensa y eso lo perjudicó. Cometió una falta sobre el final del tiempo regular que le costó la expulsión.

Ángel Di María (5): Un poco más de lo mismo. Se acostumbró al juego individual y terminó perdiendo la pelota en muchas ocasiones. No logró asosciarse con ninguno de sus compañeros.

Lionel Messi (8): Determinante en el primer tiempo. Gambeteó a todo aquel que se le cruzaba y le aportó dinámica al ataque. En el resto del partido se fue quedando y fue obligado a bajar para conseguir la pelota. No pudo solo. Exquisito pase en el gol de Higuaín y tranquilidad en la ejecución del penal.

Sergio Agüero (5): No fue el mismo de los partidos anteriores. Por momentos se contagió de Di María en lugar de juntarse con sus pares. Se vio desentendido con Messi, algo inusual en él. La faltó la chispa que lo destaca.

Gonzalo Higuaín (7): El que más inquietó en el área rival. Buen cabezazo en el gol y luego se fabricó sus propios espacios para molestar a la defensa uruguaya. La gran noche de Muslera le quitó protagonismo. Tuvo suerte en su remate desde los doce pasos.

Javier Pastore (5): A pesar de que jugó 20 minutos, no se lo vio previso. Intento complementarse con Messi pero no prosperó. Compensó con remates desde media distancia que esforzaron al arquero. Igualmente, no fuer el Pastore que todos conocemos. Flojo en el penal que finalmente termineo entrando.

Carlos Tévez (4): Una noche negra. Jugó en una posición que no le sienta bien y fue al choque con los defensores. Se lo vio desordenado. Para colmo, ejecutó el penal de mala manera y Muslero lo frenó.

Lucas Bilgia (5): Ingresó para hacer de Mascherano. Lo hizo bien, aunque quedó pagando en los contraataques uruguayos.

28 abr 2011

Previa Racing - River

Baja importante. El Negro no está al 100% y prefieren no arriesgarlo.

Una noticia negra


Walter Acevedo quedará afuera del clásico frente a Racing tras sufrir una sobrecarga muscular que lo tuvo a maltraer, por lo que Juan José López deberá meter mano para reemplazar al ex Independiente, pieza importante y socio de Matías Almeyda en el mediocampo.
Todo parecía que River iría al Cilindro de Avellaneda con los mismos 11, pero la lesión del Negro provocó un cambio de planes en el esquema de Jota Jota. El entrenador del conjunto millonario deberá decidir entre el juveníl Ezquiel Cirigliano y el peruano Josepmir Ballón como posibles sustitutos en lugar del ex Independiente. El resto del equipo se mantiene intacto.
Por otro lado, Rogelio Funes Mori dejará la reserva para formar parte del banco de suplentes. Vale recordar que la última vez que River pisó el Juan Domingo Perón, el Mellizo facturó por triplicado en la victoria por 3 a 0 ante la Academia. ¿Entrará unos minutos?

26 abr 2011

River 1 - Godoy Cruz 2

Con mala cara. La derrota inesperada cayó como un baldazo de agua fría.

Podía pasar...


... y pasó. Jota Jota se mantien firme con su monólogo que ya todos conocemos de memoria: la prioridad de sumar puntos y mantener el arco en cero. De esta manera, River consiguió puntos importantísimos pero a la vez los sufrió. Tanto que en algún momento podría surgir a chances de que la tortilla se de vuelta y eso fue lo que ocurrió ante Godoy Cruz, que con tan solo dos llegadas se encargó de quitarle la ilusión al Millonario. El conjunto de Nuñez fue más que su rival, pero no pudo ampliar la ventaja y terminó bebiendo de su propia medicina.
Parecía que el encuentro estaba totalmente controlado, luego de un primer tiempo tranquilo en el que River se fue adueñando de la pelota y se puso en ventaja con aquel gol de Maidana. Sin embargo, volvió a aparecer aquella faceta que mostró el equipo durante el mandato de Ángel Cappa. Se hizo todo lo posible para ganar pero esta vez la suerte estuvo del otro lado. El Tomba se fue animando cada vez más y, con poco y nada, supo dar vuelta la historia gracias a un desvío en Lamela que dejó a Carrizo descolocado.
Justamente el 10 de la Banda tuvo el gol de la victoria en sus pies, luego de una gran jugada colectiva con Almeyda, pero parece que alguien le corrió el arco de lugar. La ironía se hizo presente faltando cinco minutos para el final, cuando la pelota vino a desviarse en él para que se destate la bronca en todo el Monumental.
Muchos asentirán con el hecho de que la salida de Buonanotte por Caruso no fue el mejor de los cambios. El Enano venía participando activamente del juego y su gol estaba al caer, pero sin embargo, Jota Jota decidió mandar al delantero y esperar por que la famosa ley del ex se cumpla. El ingreso de Roberto Pereyra tendría que haberse producido antes para darle mayor profundidad al equipo por la banda izquierda, teniendo en cuenta que el uruguayo Díaz no estaba muy lúcido.
Seguramente el sistema de juego se mantenga igual, pero ahora hay que estar más atentos y crear más que esperar. Siempre ocurre que de algún momento a otro, el conjunto millonario saca el pie del acelerador y el equipo comienza a perder peso. Esta vez la defensa fue batida y quien sabe si volverá a serlo más adelante. Habrá que confiar en el funcionamiento colectivo y no solo en el rendimiento de ciertos jugadores.
River fue a jugar el partido como lo suele hacer pero el resultado no fue lo esperado. Podía pasar y terminó pasando.

18 abr 2011

Gimnasia 0 - River 0

Máxima seguridad. Carrizo y Maidana, dos puntos altos en la defensa.

Estilo Jota Jota


Juan José López sigue priorizando su objetivo desde que asumió como entrenador de River: la importancia de mantener el arco en cero y sumar puntos para escaparle a la promoción. Esta vez, el conjunto millonario se olvidó de conseguir alejarse en la punta y se inclinó por la otra tabla. Dejando a un lado las ganas de ir a buscar el partido, el equipo se preocupó más por impedir que Gimnasia llegue al gol y no fue agresivo. Era una gran oportunidad para afianzarse en la cima del campeonato ante un equipo en zona de descenso directo y que le costó atravesar la defensa de River, pero sin embargo, el Negro pensó en promedio más que en campeonato y se conformó con un punto que, a pesar de que no fueron tres, sirve.
El plan de López sirve pero en ataque deja mucho que desear. La cifra de 9 goles en 10 partidos evidencia las pocas oportunidades de gol que genera River. Mediante la garra, la experiencia y las habilidades individuales, se las arregla para obtener resultados positivos pero ayer en el Único todo eso desapareció. Lamela estuvo errático, desaparecido y en las intervenciones que tuvo fue bien marcado por el rival. Acevedo se contagió de lo mismo y no se pudo complotar con Almeyda que solo no puede. El conjunto de Nuñez pudo haber ganado en los pies de Erik y Buonanotte, pero habrá que intensificar el empuje para llegar a destino de red.
El mérito se lo llevaron los de abajo. Dispuestos a cualquier arremetida del contrario, Román, Ferrero y Maidana continúan demostrando porque son el equipo con menos goles en contra junto con Argentinos. Estos tres muchachos son la gran muralla, pero destrás de ellos aparece la fortaleza, Juan Pablo Carrizo. Salvando las papas, tranquilizando al equipo, saliendo jugando, es un arquero que se agiganta con su personalidad y es el gran responsable de varios puntos. Batista eligió bien y esperemos que Passarella también.
Esta es la realidad. River no está para guapear. A pesar de que la historia y la ambición del hincha pesan bastante, el Negro no se la cree. Ojalá se pueda salir de este mal momento con un título más bajo el brazo, pero por ahora la idea está clara. El estilo Jota Jota está presente y su equipo se mantiene primero.


15 abr 2011

Previa Gimnasia - River

Calma. Jota Jota piensa en ir partido tras partido.

Con la humildad de siempre


Juan José López repetirá el mismo equipo que trinufó la fecha pasada para enfrentar a Gimnasia de La Plata, partido correspondiente a la décima fecha del Torneo Clausura 2011, en el Estadio Único a las 19.10 horas del domingo.
Como era verse, los mismos once que vencieron a Banfield el fin de semana pasado serán de la partido para enfrentar al "Lobo". Jota Jota quedó conforme con el rendimiento del equipo y va encontrando un patrón de juego.
Por otro lado, luego de tantas idas y vueltas, la AFA decidió que el encuentro se dispute en el Ciudad de La Plata como era previsto desde un principio, a pesar de que el estado del campo de juego no está en óptimas condiciones por los recitales que ofreció la banda irlandesa "U2" en el mismo.
A lo largo de la historia ambos equipos se vieron la cara en 147 oportunidades. River es gran dominador con 80 victorias, mientras que Gimnasia acumula 31, y no sacaron diferencias en 36 encuentros. El conjunto millonario viene de ganar tres partidos al hilo y el "Lobo", en descenso directo, no consigue los tres puntos desde la sexta fecha ante Tigre.
El equipo del Negro López formará con: Juan Pablo Carrizo; Jonatan Maidana, Alexis Ferrero, Adalberto Román; Paulo Ferrari, Walter Acevedo, Matías Almeyda, Juan Manuel Díaz; Erik Lamela, Diego Buonanotte; y Mariano Pavone.

12 abr 2011

Juan José López


Un gran 8, pocos si los hay. El Negro jugó 466 partidos con la Banda y convirtió 84 goles.


Jota Jota, piel de gallina


Bautizado como Jota Jota por el relator José María Muñoz, en su debut con la camiseta de River allá por el año 1970, el Negro recuerda que desde aquel entonces es conocido como tal. “Hoy nadie me llama por mi nombre y hasta cuando hablo por teléfono me tengo que presentar como Jota Jota”, confiesa el ex volante del conjunto millonario, que cinco años después de iniciarse, formaría parte del plantel que resucitó al club, después de 18 años de sequía, bajo el mando de Ángel Labruna.

“Mi viejo, siempre dijo que iba a tener un hijo varón, que se iba a llamar Juan José y que jugaría en River, asegura López, que a los 13 años decidió cambiar los útiles del colegio por la pelota y cumplirle el sueño a su padre de jugar en la institución de Nuñez. Tuvo mucha razón, ya que durante sus once años en e

l club, tocó el cielo con las manos tras obtener 7 títulos con la Banda (Metropolitano ‘75, ’77, ’79 y ’80, y Nacional ‘75, ’79 y ’81) y convertirle a Boca Juniors el mejor gol de su carrera, desde la mitad de la cancha.

Entre tantas alegrías y emociones, recuerda haber consolidado una gran amistad con su colega Reinaldo Merlo, aquel muchacho de pelo color mostaza, con el que se cruzó en el Monumental cuando ambos fueron a probarse. De ahí en más, formaron una dupla determinante. “Si tendremos batallas encima con Mostaza…”, sostiene Jota Jota.

Nunca se hubiese imaginado que después de haber descorchado tanto champagne, se terminaría yendo en malos términos del conjunto riverplatense para desembarcar en Talleres de Córdoba en 1982, otra vez, con Labruna como entrenador. “Con Ángel encontre el afecto que necesitaba en un momento muy malo”, recuerda el Negro, quien estableció una gran afinidad y vivió momentos inolvidables junto al goleador histórico del conjunto millonario.

Para no ser menos, al año siguiente terminaría fichando para el Boca de Carmelo Faraone. Algunos dirán que manchó su trayectoria, pero tiene en claro lo que siente. “Fue un momento de mi vida futbolística como profesional. Me puse muchas camisetas encima, pero la de River la llevo en la piel”, expresa con firmeza.

Desde haber jugado en una liga en Guernica, ciudad en la que nació, a 36 kilómteros del sur de Buenos Aires, hasta disputar la Copa Intercontinental en Tokyo con Argentinos Juniors en el ’85 ante la Juventus, López pasó por todas para llegar a ser uno de los mejores volantes por derecha que hubo.

Cuando colgó los botines en el ’87, se negó a seguir como director técnico, pero hoy lo es. “Yo no quería saber nada, pero siempre me convencieron de cosas buenas”, admite. Contra todos los pronósticos, se subió al podio (3º posición) dirigiendo a Talleres para reivindicarse como entrenador y luego cumplir su propio sueño de dirigir en el club de sus amores. Cuando en su momento llegó a River para consagrarse campeón tras casi dos décadas, hoy, Daniel Passarella lo devolvió al club como entrenador de inferiores. El destino hizo lo propio y ahora, ante la ida de Ángel Cappa, tiene la responsabilidad de sacar al conjunto millonario de esta realidad negra que está viviendo, y quien mejor que el Negro Jota Jota López, un viejo conocido del club.


11 abr 2011

River 1 - Banfield 0

Pelaaado, Pelaaado. El Tanque lo señala a Almeyda, artífice del gol y figura del partido. Inmortal.

Corazón valiente


Sufrir y ganar. Es así, y lo mismo se repetirá en las próximas 10 fechas que quedan. Pero nadie puede quitarle la ilusión al hincha de River con este grupo de jugadores dispuestos a pelear hasta el último minuto. Empezando por Matías Almeyda, alma y abanderado del equipo, con un corazón que contagia y emociona tanto al simpatizante como a sus compañeros. Con 37 pirulos encima, corre más que cualquiera y se come la cancha cual león hambriento, Es un desperdicio que semejante jugador haya colgado los botines durante 4 años en los cuales pudo haber demostrado mucho más de lo que hoy representa. Cada día más ídolo, el Pelado marca el camino para un humilde conjunto Millonario que busca pelear por cosas importantes y olvidarse de mirar hacia abajo. El día que haga un gol, lloverá en el Monumental, pero de lágrimas.
Con 18 puntos de 27 en juego, a River le alcanza para estar momentaneamente en la cima del campeonato a la espera de un Vélez que viene en alza y también busca la punta. Esto revela la irregularidad de un torneo en el que el nivel de fútbol no es bueno y las oportunidades de gol no abundan, pero poco le importa a Jota Jota que encontró un patrón de juego al cual se aferra y parece ser que le está sirviendo. Desde la seguridad (Carrizo) en el arco hasta la garra (Pavone) en el ataque, pasando por una solidez defensiva (Maidana) y un mediocampo con experiencia (Almeyda) y juventud (Lamela), el equipo de Nuñez se basa en una columna vertebral que está cada vez más derecha. De ahí se desprenden las proyecciones de Ferrari y el uruguayo Díaz que le dan peso al ataque por las bandas, la sutileza de Acevedo y la presencia de Buonanotte, aquel que peleaba por un lugar y finalmente se lo ganó entre tantas gambetas.
No es un equipo que gana gusta y golea, pero sí es un equipo que gana. Un equipo que se contagia mutuamente con la confianza y el sentimiento hacia la camiseta que viste. Algunos dirán que River no tiene gol, no tiene llegadas. Pero lo que tiene es corazón, y quien mejor que el Pelado para demostrarlo, que no da ninguna pelota por perdida y que va al frente hasta donde se pueda como en aquella jugada que terminó definiendo Pavone con mucha tranquilidad. Eje central y sostén de este grupo, el capitán de la Banda contamina a sus compañeros con esa sangre caliente que corre por sus venas. Un luchador, un guardián. Un corazón valiente.